sábado, 30 de noviembre de 2013

En la humildad del silencio

En la humildad del silencio
el Espíritu divino,
abrazó el santo misterio
con el Sí del acertijo.
El cielo escuchó discreto
el pacto de la ternura,
sin  falacias ni preguntas
bendecida por el eco,
sintió María el destello
del amor que la fecunda.
 
La fidelidad conjura
con la grandeza y la honra
sabe el Señor de la Historia
la beldad en la inocencia,
de la aceptación serena
cuando es la fe quien convoca.
Surtidora y milagrosa
es la mirada que acoge,
la revelación del hombre
santificado de gloria.
 
Madre de Dios tú acrisolas
en las tinieblas la vida,
traes la luz peregrina
humanizando las sombras.
Eres dádiva amorosa
sin artificios ni lujos,
con la sencillez del justo
se bendijo las naciones,
cuando el verbo se hizo Hombre
para redimir el mundo.
 
 
 

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Gracias Señor por la vida


Gracias te doy Padre mío
por el Sol y las estrellas,
por perdonar las querellas
y bendecir el rocío.
Espiritual desafío
al comenzar la mañana,
llena de luz mi ventana
con el verbo peregrino
y el Espíritu divino
cual promesa soberana.
 
Sabio hacedor compasivo
te doy gracias por amarme,
por estar, por consolarme
en mi hastío fugitivo.
Compañero reflexivo
que no cobra su factura,
fiel amigo en la aventura
misionero y sin fronteras,
en desiertos, primaveras
persuadiendo con ternura.
 
Gracias te doy en mi aurora
cuando la noche no impide,
el rosicler que coincide
con la oración salvadora.
Cual plegaria vencedora
renovando sentimientos,
se elevan los pensamientos
hasta el arca de la alianza
con el poder, la esperanza
que multiplican talentos.
 
Tu palabra es el remanso
y el nutriente que da calma,
es alivio para el alma
laboriosa en el descanso.
Ofrece su verbo manso
en el dolor, la penuria,
en el quebranto, la injuria
ensalzando la grandeza,
la santidad, la nobleza
despojada de la furia.
 
Gracias te doy por la Luna
confidente de mis penas,
por las promesas serenas
y la caricia oportuna.
Tu presencia es la fortuna
que no turba ni atropella,
es paciente cuando sella
el Pacto de amor y vida,
con la verdad asumida
en el Cenit que destella.
 
 
 

martes, 26 de noviembre de 2013

Añoranza


Vio la añoranza cetrina
y se aventuró en la niebla,
demencial en la colina
cuando su esplendor aniebla.
 
Y se aventuró en la niebla
con su aliada la nostalgia,
cuando su esplendor se aniebla
y se quebranta la magia.
 
Con su aliada la nostalgia
vituperó en el desvelo,
la esperanza fiel que plagia
cual florilegio el anhelo.
 
Vituperó en el desvelo
la utopía peregrina,
cual florilegio el anhelo
vio la añoranza cetrina.
 
 
 
 
 
 






domingo, 24 de noviembre de 2013

Rocío de Luna

Densa la mañana,
la niebla lejana
se asoma entre cumbres de azares,
irrumpe divina,
 osada y cetrina
 en coplas de grises cantares.
 
Azul desafío,
capricho y rocío
anhelan sutiles romanzas,
suspiros de amantes,
silencios e instantes
cobijan pasiones y alianzas.
 
Romance de luna,
albur y fortuna
dejando su estela de plata,
enigma evidente
 inspira impaciente,
la noche de amor que arrebata.
 
 
 
 
 




jueves, 21 de noviembre de 2013

Inspirada en mi Noviembre


El amuleto es la brisa
lisonjera en la mañana
y el rocío en la ventana
que acrisola e improvisa.
Suave, ilusa y pitonisa
con galas de terciopelo,
revuela con el anhelo
caprichoso de la lira,
el talismán que delira
en el cenit del desvelo.

El candil nos ilumina
y nos revela sorpresas,
entre pasotas traviesas
nuestra musa nos domina.
Inspirada y andarina
presume su desafío,
no se pierde en el hastío
del dolor y la nostalgia,
cuando destella la magia
del versar y su atavío.

Es la audacia fiel amiga
que no quebranta sus huellas,
en las noches sin estrellas
ni en la penumbra enemiga.
No claudica en la fatiga
que la traición vitupera,
resplandece en la quimera
y en la ilusa melodía
dilecta cual sinfonía
en azar de primavera.
 
 
 

martes, 19 de noviembre de 2013

En las primicias del monte

Niebla densa que suspira
la nostalgia cual rocío,
saturada en el hastío
que la tormenta delira.
Cobija de luz y lira
atrapando mil razones,
en tórridos corazones
y laberintos de vida.
cuando el alma florecida
es quien dicta sus pasiones.
 
Blanco amanece el sendero
en las primicias del monte,
se confunde el horizonte
con su afán aventurero.
Carga el enigma ligero
en su baúl sin falacias,
versos que acortan distancias
y disipan arrebatos,
melancólicos, innatos
con premura y sin jactancias.