miércoles, 30 de mayo de 2012

Te pienso entre mis sueños

 

Te pienso entre mis sueños cual vástago de anhelos,
me inclino en el remanso sublime del deseo.
Te pienso y te reclamo con furia entre recuerdos
y el manto del follaje consuela mis lamentos.


Te sueño en la mirada sublime de la aurora,
tan breve fue el instante fugaz de nuestra historia,
que apenas te concibo  egregio entre las sombras
y evoco en mi diario tu beso entre las rosas.


Te siento en mi lucero de ocasos y lisonjas,
ritual de la esperanza que surte las memorias
del beso peregrino  plasmado entre mis hojas,
que oculta en el sofisma precario su derrota.


Vislumbro en la armonía profunda de mis sueños,
virtuosa la añoranza tan púdica de empeños.
Visiones del sudario que guarda en su silencio,
el beso malicioso, furtivo y embustero.


 Contemplo el espejismo de un rostro en la distancia
que  acerca su nostalgia de azules paraísos.
Divina me acaricia el alma la fragancia
de blancos azahares y ascéticos suspiros.


  Te pienso ineludible cual místico capricho,
reclamo cada espacio que deja en el vacío
la esencia peregrina del beso fugitivo,
robado entre las sombras bohemias del idilio.


miércoles, 23 de mayo de 2012

Platónico deseo



¿Qué sientes tú por mí platónico deseo
si errante te disipas, te alejas y apareces?
¿Qué sientes tú por mí velero y derrotero
de arcanos ideales y el verso que estremece ?

Yo siento ser gaviota viajera sin contrato,
que al aletear sus penas suspira de quebrantos.
Yo siento ser la misma de antaño entre tus brazos,
que al crepitar tu ausencia destierra sus adagios.

¿Qué sientes cuando tocas el alma con los labios,
platónico arrebato del éxtasis callado?
¿Qué sientes cuando entrego mi cuerpo confinado,
al mito del abismo del beso imaginado?

Yo siento ser aroma, espliego en tus mañanas
fragancia que destila la flor enamorada.
Quiero sentir la brisa y el eco de su gracia,
acariciando el rostro besado por el alba.

Si el nómada recuerdo que abriga tu deseo
se aleja en el bohemio camino que se pierde,
yo buscaré ambulantes azares del sendero:
magnánimo quijote del verso que estremece.

Y sentiré la calma platónica que llega,
cual vuelo de gaviota errática viajera.
Y  sentirás la pródiga caricia de mi ausencia,
en la visión robada de atávicas quimeras.

jueves, 17 de mayo de 2012

Doncella del talento.



Trajo la inmensidad la brisa de un recuerdo,
 acarició con gracia la suavidad de un beso.
Trajo rayos de luna, el brillo de un lucero, 
las gotas del rocío, cascadas del deseo.

Trajo nácar de espuma, trajo fuego en el pecho,
con la ilusión del aura de un corazón intenso.
Trajo el tierno descanso, trajo un cielo discreto,
 inmensidad traviesa, doncella del talento.

Todo llega sin prisa, si al suspirar le veo
con la pueril caricia y el sonreír discreto.
Cual el vaivén del alma trae el mar en los versos,
salitre de las sombras cual nubes de recuerdos.


Trajo el viento apacible la huella de un te quiero,
trajo el lábil suspiro brotando del silencio.
Trajo el duelo inasible en sus olas de miedo,
 inmensidad del alma, princesa del averno.


Llega ilusa y suprema, trae el alba en su seno,
 amanece dispuesta inspirando mis versos.
Llega regia y profeta, dadivosa en su empeño
inmensidad poeta,  doncella del talento.

viernes, 11 de mayo de 2012

Te doy gracias Madre Mía.

Te doy gracias a ti madre querida
por todos tus desvelos y razones,
por cada amanecer en la vigilia
y el sabio sonreír de tus acciones.

Te doy gracias supremas de caricias
celosa seguidora de mis sueños,
unión en la añoranza compartida 
y el cálido regazo del consuelo. 

Te doy gracias refugio de mis ansias
cobija de ternura en la pobreza,
amparo del dolor en la nostalgia
y el eco de alegría en la pereza.

Te doy gracias a ti madre y señora
alondra de mi verso peregrino,
tu voz siento que vibra en mis auroras
si hay sombras que acompañen mi destino.


Te doy  gracias madre mía , no hay palabras
que definan este amor que te profeso,
hacedora de constantes alegrías
y perpetua luchadora  sin relevo,
compartiendo en el pesar y en la desdicha:
la ternura con la magia de tus besos.









jueves, 3 de mayo de 2012

Y siguen el sendero


 Los dos iban contando sus quimeras,
artífices del mundo tan ufanos,
las manos dibujando las promesas
y el fértil regocijo  del ocaso.

Los dos iban pisando tierra firme,
contemplan el crepúsculo dorado
coronan los azares de matices,
cual cómplices testigos sin recato.

El pacto que seduce en el silencio,
alaba en el susurro que estremece
cual brisa que murmulla sus requiebros,
con toques que acarician indelebles.

El oro esplendoroso entre quimeras
traslúcido en el claro cristalino,
cual nítido remanso en noche plena:
crepúsculo de amores escondidos.

Platican con la fuerza en la mirada,
sus manos entrelazan sin rencores,
perpetuan la hialina encrucijada
dorada en el crepúsculo de amores.

Suspende el laberinto de las dudas
la mística pasión de la leyenda
y viven el ocaso sin premuras,
amando en el crepúsculo su espera.

Los dos sienten requiebros de energías
gozando del paisaje y sus misterios,
tatuando entre sus manos cada estigma
testigos de un crepúsculo de sueños.

Y siguen el sendero de quimeras
ilusos soñadores renovados,
atando entre sus labios las promesas
y el mágico recuerdo de un ocaso.







martes, 1 de mayo de 2012

Páginas del tiempo.



Las páginas del tiempo conservan las memorias
del sueño que vivimos, quimeras y derrotas.
Avernos de indolencias, destinos y derrotas,
senderos compartidos y abismos entre sombras.


 Edén de cada entrega y el orco en la deshonra,
las páginas vividas repasan sus historias.
 Silencios que se pierden, tormentas y discordias
cual ráfagas que el tiempo escribe en sus memorias.


Vergel en los espacios rosáceos de mi lira
y pétalos que guardan ufanas despedidas.
Primores que soñaron sus húmedas caricias,
cual cópula dilecta de almas idealistas.


El páramo del tiempo sus páginas inspiran,
las huellas de las musas adornan su utopía.
Hay vástago y renuevo, hay néctar y ambrosía,
elixir de suspiros, deidad en la vigilia.


El tiempo no censura sus páginas de vida,
no llora, no maldice, no quiebra, no castiga.
Escribe en líneas vivas romances que compilan
eufóricas alianzas, cruciales despedidas.


Las páginas del tiempo presumen sus quimeras,
coronas de azahares, crepúsculos y esperas.
Enigmas que distinguen ocasos y tristezas
cual brisa del recuerdo que brota en primavera.