Triunfó con esplendores la justicia
aún en los romances más sufridos,
amantes de silencios compartidos
y ensueños despojados de codicia.
Es fruto del perdón la fiel primicia
que esplende sus primores sorprendidos,
fragantes en azares encendidos
que inspiran la pasión de una caricia.
Libertas golondrinas y sinsontes
susurran madrigales de quimeras
y albricias de esperanzas por los montes.
Virtudes y razones verdaderas
irrumpen victoriosos horizontes,
de intensas y aclamadas primaveras.