martes, 19 de marzo de 2013

Aquí tienes mi consuelo

Atesorando alegrías
viviendo cada aventura,
atrapamos con mesura
las traviesas fantasías.
Va el caudal de simpatías
ponderando la belleza,
tan lozana en la nobleza
de la humildad que enarbola,
el respeto que tremola
y extrapola su riqueza.
 
Aquí tienes mi consuelo
de golondrina confesa,
desvelada en la sorpresa
del verso que danza alelo.
Con el trino del revuelo
de la décima infinita,
la musa irradia bendita
sus acordes lisonjeros,
seductores y hechiceros
con su armonía inaudita.
 
El rocío acrisolado
de la amistad que sosiega,
es del amor buen colega
que arrebola mesurado.
Cual espliego adonizado
en la brizna que acaricia,
fluye intensa la primicia
de la décima que arrulla,
cuando el consuelo murmulla
en el cariño que auspicia.
 
 
 

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