En tanto entre silencios adagios nos suspiran,
mil notas se entrelazan en versos trasnochados
e inducen la algazara de idilios continuados
que buscan el remanso de estrellas que deliran.
Inventan horizontes los sueños que conspiran,
revuelan caprichosos intentos anhelados,
sin ocio y sin pereza placeres desvelados
regalan el hechizo de instantes que me inspiran.
Consciente del destino la vida nos conduce
y el brillo de la luna me arropa en su vigilia.
No sé si el nigromante deseo es quien seduce
o el loco devaneo quien regio reconcilia.
Mientras tanto el surtido del verso reproduce
la magia del recuerdo vital que no se afilia.
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