miércoles, 29 de agosto de 2012

No sé

 
 
No sé si tu caricia es mi ambrosía
si es gozo del edén que me succiona.
No sé si es la sorpresa que me entona:
al delfos del placer y la armonía.

Sé bien que tu quimera arrullaría
ilusa la utopía que abandona,
el néctar de la alquimia que sanciona
falacias de servil melancolía.


No sé si tus requiebros me dominan
y excitan la evasión que se contagia
del tórrido vergel que me cautiva.


Sé bien de tu sensual obra lasciva,
rijosa y placentera que presagia:
preclaras rosaledas que alucinan.


 

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