sábado, 13 de octubre de 2012

¡Quién no lo dé que sufra criatura!



¡Quién no lo dé que sufra criatura!
( Verso final para contrapunto en soneto)
 
¡Quién no lo dé que sufra criatura!
Amor más que sublime es arrebato,
no es un juego de azar o aquel contrato
que obliga al corazón a su clausura.

Es el canto del alma quien augura
sin el dogma que aliena cual mandato,
el arpegio del beso que sensato
enajena el placer en su dulzura.

Y en el ciego bregar que se sorprende
ante el dardo frugal de las caricias,
reverencian hialinas las primicias. 

Cuando aciagos distancian lo que esplende,
el amor que pondera la confianza:
no abandona el dolor en la añoranza.
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario