miércoles, 3 de octubre de 2012

Rocío del azul que me concibe

 

El cielo no es azul cuando estoy triste
los cuervos surcan nubes entre sombras,
graznidos del hastío dimensionan
el gris del cenital en su declive.

Y espera el simbolismo inconfundible
que atisba en el silencio que eclosiona,
la ilusa golondrina usurpadora
que escapa en el ocaso que persiste.


El cielo se ha irizado en el convite
de nimbos tensionados que fusionan,
en gris oscuridad que temblorosa
rubrica la nostalgia que percibe.


Si arpegios del silencio se reprimen
en odas de nostalgias que se postran
relente de suspiros que se acoplan
inspiran los adagios inasibles.


El cielo me domina en lo intangible
y aljófar de las perlas que se asoman,
cual musas que susurran tentadoras
inspiran el caudal que fluye libre.


Rocío del azul que me concibe
en versos que ponderan grises sombras,
rubrican su porfía tempestuosa
surtiendo el madrigal ineludible.
 

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