lunes, 9 de abril de 2012

Eterno frenesí de alianza.



Había pactado la noche con su estigma
y el claro de la luna su velo matizaba.
Había consagrado el beso en la delicia,
azar de cautivar neófita su alianza.

Y ella acompañaba sus mitos con el arpa
y el claro de la luna su rostro contemplaba.
Había consagrado su tiempo de añoranza
y el néctar de la noche sus ansias mitigaba.

El templo de aquel bosque, augurios vislumbraba
y acordes de la noche pactaban con el arpa,
oráculo de arpegios, melódica algazara
y el éxtasis de un sueño besado por el alma.

El dulce frenesí sus musas suspiraba
y el templo de aquel bosque arúspice guardaba,
el velo de aquel sueño neófito de alianza
cantando con la luna el ángelus del alba.

Y ella cobijaba el velo de su alianza
y el claro de la noche sus huellas matizaba.
Había consagrado de arcanas alabanzas,
el mito del crepúsculo: averno de su alma.

Y Bella aún sonríe sus noches con el arpa
y habita sus hechizos cual ninfa enamorada.
Consagra en el secreto de atávicas alianzas
el pacto que reserva eterna su alborada.












3 comentarios:

  1. Me inspiré en la Zaga de Crepúsculo, esa historia de amor que cautivó mis vivencias de estos últimos años.
    Así como Tristán e Isolda, como el pacto de amor entre Romeo y Julieta, Bella y Edward sellan una historia sublime de complicidad, sacrificio y entrega.

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  2. El crepúsculo seductor, escenario leal del amor entre Bella y Edward,sella pactos y alianzas con la eternidad.
    La historia sublime y apasionada de los Cullen, cautivó la musa de mi inspiración.

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  3. Así sucede, pactar amor es alianza de vida, es sobreponernos a las caídas del espíritu, es sacrifico en el dolor y júbilo en la alegría.
    Es renacer en el sendero de la eterna lealtad y complicidad absoluta.
    Es descubrir en el ser amado la otra mitad de nuestra vida.

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