miércoles, 11 de abril de 2012

Sinfonía del agua.

Sinfonía del agua que cae, concierto melodioso que dibuja estelas luminosas,  en su brusco desnivel del cauce que precipita y rompe su acompasado peregrinar. Cascadas de luces de palabras y arco iris que destellan manantiales de emociones y estremecen el paisaje con su fascinación y encanto, perfecta armonía desafiante, que cautiva y regocija.
En el fondo se vislumbra el brillo de las piedras, son como espejos que el Sol ilumina  e irradia tornasoles contrastes de matices . En las noches los hilos de platas del rocío de Luna,  las hacen brillar como diamantes, como si las estrellas invadieran el hialino fondo y se prendieran de cada una de ellas .
Sinfonía del agua: clásicos acordes de una melodía mágica, misterio de la creación que se debate  entre un nostálgico llanto de añoranza y la alegría saltarina de arpegios que enamoran y seducen, se pierden entre los límites del bosque de esperanzas, florecen en los velos de las hadas que guardan sus tesoros en el frenesí de la noche, en el sortilegio iluso del  crepúsculo  y en la renovada plenitud del alba.  Como novias discretas en la percepción etérea del  horizonte, danzan con los silfos al ritmo del viento melodioso, disfrutan los acordes que suspiran intrépidos y desveladas se enamoran ingenuas en su caída loca hacia el piélago del averno luminoso:candorosa inocencia surtidora de romances y de anhelos.
Sinfonía del agua que se deslumbra ante la belleza, ante lo desconocido, cascada que súbita y suicida se deja caer desde lo alto cual frenesí de su arrebato y su delirio, de exaltación y apasionada furia. Sus velos aparecen como surtidores de colores en fuga y el viento es su mejor aliado en esta huida misteriosa hacia el vacío. Sabe que allí alguien espera, quizás un elfo enamorado que llevará en el manto su amor desvanecido, como mensajero paciente de lágrimas y suspiros.

Melodía del agua  cuyas notas aspergen
los acordes que surten el diario del bosque.
Sinfonía de duendes cuando el alba amanece,
surtidora cual musa con el halo de flores.

Melodía del agua, candidez y tibieza,
suavidad cuando fluye su cadencia perfecta.
Melodía que excita cual cascada violenta,
en el brusco declive del ocaso que espera.

Melodía del alma en el plácido viaje
con las hojas del bosque peregrinas y tiernas.
Sinfonía de acordes que bohemios y errantes
perpetúan sus huellas cual primores de estrellas.



1 comentario:

  1. La naturaleza en sí misma se debate entre sinfonías congruentes, que revelan los acordes más perfectos de la armonía del Universo.
    Su dimensión es insospechada y su melodía un elixir para la eternidad.

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