Multiplica su enseñanza,
el tesón y hasta el empeño
la expectativa de un sueño
que recurre a la confianza.
Junto a la fe, la ordenanza
del amor saltan al ruedo,
saben gritar el: ¡Yo Puedo!
sin claudicar ante el llanto,
que esconde tras el quebranto
la falacia de su miedo.
el tesón y hasta el empeño
la expectativa de un sueño
que recurre a la confianza.
Junto a la fe, la ordenanza
del amor saltan al ruedo,
saben gritar el: ¡Yo Puedo!
sin claudicar ante el llanto,
que esconde tras el quebranto
la falacia de su miedo.
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