Creo en ti amiga inolvidable,
la cómplice vital de mis desvelos.
Creo en ti amigo y compañero,
certero confidente irremplazable.
Creo en ti amiga solitaria,
tesoro de recuerdos compartidos.
Creo en ti amigo de mi infancia,
de abrazos y poemas clandestinos.
Si acaso los azares de los tiempos
aislaron en el ocaso las distancias,
no pudo las tinieblas del destierro
ahogar nuestras memorias y añoranzas.
Bendita la amistad que no claudica
ni olvida en el edén sus compromisos,
de amar en la razón y en la porfía
leales al dolor ó al regocijo.
Vergel de la amistad cual algazara
florece en las quimeras compartidas,
de amigos que regalan esperanzas
e ilusas alboradas de sonrisas.
Genuina la amistad que no alucina
y anhela en su verdad sin condiciones,
el nexo indisoluble que no asfixia
la excelsa lealtad de corazones.
Genuina la amistad que no alucina
y anhela en su verdad sin condiciones,
el nexo indisoluble que no asfixia
la excelsa lealtad de corazones.
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