lunes, 30 de julio de 2012

Yo verso mi respuesta.




¿Cómo decir un sí a la pregunta eterna,
aquella que en silencio a su pesar se aferra ?
¿Cómo decir que no, a una pregunta eterna
que en súplicas ilusas, quebranta sus fronteras?



Esa pregunta flota etérea entre ideales,
de sueños placenteros y amorfas realidades.
Esa respuesta inerte de yermas soledades
utópica refleja, quimeras y saudades.



¿Cómo explicar que inspiras respuestas con mis versos,
 con esta rima intensa de adagios y requiebros?
¿Cómo sentir que flotan respuestas como arpegios
de anhelos compartidos y délficos deseos ?



El fárrago desorden responde confundido,
a la pregunta eterna de amarte sin sentido.
Anarquía traviesa de enojos y caprichos,
que busca la respuesta del sórdido acertijo .



Censuras mi respuesta, con tórrido anatema,
sofismas que respalden dilectos sus esquemas,
de dogmas rebuscados y túrbidas sentencias,
de anárquicas disculpas a tu pregunta eterna.


Prefiero reservar mis ansias de respuestas,
 a esa pregunta eterna que en el silencio vuela.
Gaviotas  de las dudas y golondrinas yertas,
que surcan los caminos quebrando sus fronteras.

¡ Tú lanzas tu pregunta: yo verso mi respuesta !


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